YOGA
VINYASA
El cuerpo es tu templo. Mantenlo limpio y puro para el alma que reside en él...BKS. Iyengar.
Vinyasa es un término sánscrito que significa sincronización del movimiento sobre la respiración. El yoga vinyasa deriva del yoga ashtanga, una modalidad del yoga que consiste en ejecutar una serie de posturas en un orden bien específico. A diferencia del ashtanga, el yoga vinyasa es más libre y creativo: esta modalidad no impone ninguna serie de posturas, al contrario, las secuencias de movimientos son el fruto de la experiencia adquirida por el enseñante y pueden ser adaptadas según las necesidades de cada uno



Aqui te cuento un poco mas sobre Yoga Vinyasa.
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Para comprender mejor el significado de la palabra vinyasa, podríamos estudiar las dos raíces sanscritas que la componen. Nyasa significa en sanscrito “colocar” y vi significa “de una manera específica”. Una interpretación común del vinyasa es por consecuente el movimiento sincronizado con la respiración; la respiración y el movimiento están íntimamente relacionados, de manera de que cada acción da pie a la siguiente. Por ejemplo, en la siguiente secuencia tenemos 3 vinyasas (tres respiraciones y tres movimientos): exhala chaturanga dandasana, inhala perro cabeza arriba, inhala perro cabeza abajo.
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Típicamente en el yoga vinyasa, las inhalaciones están vinculadas con los movimientos ascendientes y los movimientos que abren la parte delantera del cuerpo, favoreciendo de esta forma la ligereza. Las exhalaciones, por su parte, están vinculadas con los movimientos que comprimen el vientre, como en las flexiones hacia adelante o las torsiones, o que nos ayudan a anclarnos y a encontrar una estabilidad por su energía descendiente.
En la tradición del ashtanga, la relación entre la respiración y el movimiento permite la purificación interna. El vinyasa por su parte genera el calor interno de la transformación y alimenta el fuego agni. Agni es el fuego digestivo, utilizado no solamente durante la digestión de los alimentos físicos, sino también en la digestión de las experiencias y de las sensaciones. Si nuestro fuego es poderoso, seremos capaces de adaptarnos mejor a los desafíos de la vida.
La respiración practicada en el yoga vinyasa, ujjayi pranayama, crea una vibración en el paladar, en la boca, calentando de esta forma el aire que entra en nuestro cuerpo. La transpiración que tiene lugar durante esta práctica, nos ayuda a liberarnos de las impurezas.
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En la práctica del yoga vinyasa, la idea es lograr fundir todas las posturas en una sola, en la búsqueda de la fluidez y de la precisión de movimientos. De esta forma entramos en una especie de danza de posturas pero sin olvidar que se trata de yoga y no de una coreografía. La práctica no tiene la intención de crear una coreografía, incluso si de ella puede desprenderse una cierta gracia. El yoga no está hecho para ser visto, sino compartido.